El día que Andrés Escobar perdió la vida
El defensor cafetalero tuvo una mala jugada que le costó muy caro
El día en que el futbol quitó una vida. 2 de julio de 1994. Andrés Escobar salía de un restaurante en Medellín apenas 10 días después de que un autogol suyo le costara la eliminación a Colombia en el Mundial de ese año. Todo esto, sin saber que eran los últimos minutos de su vida.
Aquella selección cafetalera llegaba con altas expectativas a Estados Unidos luego de terminar líderes de la eliminatoria en CONMEBOL y golear a la Argentina 5-0 de visita, pero las cosas fueron diferentes en la Copa del Mundo. Dos derrotas y un triunfo los dejaron fuera en primera ronda dentro del Grupo A.
Uno de esos tropiezos le costó la vida a Andrés Escobar y la pelota se manchó de sangre. En el encuentro contra el anfitrión, el defensor del Atlético Nacional metió un autogol que significó la segunda derrota y la eliminación de su equipo.
El apodado “Caballero del futbol” regresó a su país con la ilusión de reivindicarse y de poder concretar su fichaje con el Milan, pero la vida le tenía preparado otro camino, un camino trágico.
Esa madrugada, en el estacionamiento del restaurante El Indio, Pedro y Santiago Gallón empezaron a recriminarle a Escobar su autogol, para que después llegara su chofer, de nombre Humberto Muñoz, y asesinara a sangre fría con seis disparos de una revólver calibre 38 a Andrés Escobar.
El futbol es universal y la pasión que genera muchas veces se desborda a caminos mal encausados. Ese fue el error en el asesinato de Andrés Escobar la madrugada del 2 de julio de 1994. Esa noche en Medellín, el futbol… dejó de ser un simple juego.
Estas fueron las ultimas palabras del defensor colombiano.