La historia del "Divino" Manco
Conoce a este futbolista que fue campeón del mundo jugando con una sola mano
Por Jaime Montes.
La primera Copa del Mundo celebrada en Uruguay fue levantada por los anfitriones. Aquel equipo tenía un integrante con una historia única en los Mundiales ya que logró obtener el título y ser protagonista a pesar de sus limitaciones físicas.
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Héctor Castro nació en Montevideo en 1904 y desde chico se interesó en el futbol, sin embargo la situación económica de su familia le hizo trabajar desde los 10 años y a los 13 perdió un brazó debido a un accidente laboral con una sierra eléctrica.
Esta no fue razón suficiente para acabar con su sueño de triunfar en el futbol. Su habilidad y regate lo hicieron debutar con 17 años en el Atlético Lito para posteriormente ser contratado por el Nacional, el equipo más importante de Uruguay.
Héctor Castro se convirtió en uno de los líderes de la selección charrua campeona de la Copa América 1926 y dos años después de los Juegos Olímpicos de Amsterdam. Sus actuaciones con la celeste le ganaron el mote de ‘Divino Manco’ y lo convirtieron en uno de los ídolos uruguayos.
Su consagración llegó en la primera Copa del Mundo celebrada en 1930. Héctor Castro convirtió el primer gol histórico de la selección Uruguaya y en la final contra argentina, 68,000 espectadores vieron como su Divino Manco marcó el cuarto tanto definitivo que les dio el primer trofeo Jules Rimet.
Luego de su retiro Héctor Castro trasladó su éxito al banquillo en donde consiguió cuatro ligas consecutivas con el Nacional antes de fallecer a los 55 años de un infarto al corazón. El Divino Manco demostró que no existen limitaciones cuando se busca el éxito y cumplir un sueño.