Muerte y futbol en el Mundial de Argentina 1978

Por César Cuervo.

Muerte y futbol. 25 de junio de 1978. Argentina se proclamaba campeona del mundo en su país, al mismo tiempo que a unos cuantos metros, miles de personas eran torturadas por la dictadura militar de Jorge Rafael Videla. La algarabía de la celebración ahogaba los gritos de desesperación de quienes eran asesinados en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada.

Proceso de Reorganización Nacional fue como se le llamó a la dictadura argentina entre 1976 y 1983, un periodo de tiempo que se caracterizó por la constante violación de los derechos humanos, la desaparición y muerte de miles de personas, además de crímenes de lesa humanidad.

Así como Mussolini aprovechó el Mundial del 34 y Hitler los Olímpicos del 36, Videla se benefició del Mundial en su tierra en 1978, para dar una imagen de Argentina al mundo totalmente diferente a la realidad. La realidad es que 30 mil personas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas por este dictador.

En su libro titulado “La vergüenza de todos”, el escritor argentino Pablo Llonto, describió que “mientras la sociedad disfrutaba de la fiesta, a diez cuadras del estadio de River, se violaban los derechos humanos”. Nada más cercano a la realidad.

Nombres como los de Mario Kempes, Daniel Passarella, Ubaldo Fillol y Osvaldo Ardiles, fueron campeones del mundo sabiendo perfectamente lo que pasaba en su país.

Los gritos de gol que acercaban a la Selección Argentina a la final del Mundial tapaban aquellas voces desgarradoras de quienes, a menos de mil metros de ahí, sufrían la más cruel de las torturas de la dictadura militar más sangrienta que vivió Argentina. Todo eso, simplemente por no congeniar con los mismos ideales.