Messi inmortalizado

Décimo día del mes de julio. Así de alineados estaban los astros para que el “10” argentino logrará eso que tanto ansiaba: su primer título con la selección mayor. 

Ese chico de Rosario al que le cerraron las puertas en su país. Ese pequeño que tuvo que emigrar a los 13 años a otro continente, a otra nación para convertirse en un gigante. Gigante que desde su debut en 2004 ya acumula 35 títulos con el Barcelona, además de cinco balones de oro y un sinfín de distinciones individuales, pero que a pesar de ello era él quien tenía una deuda con el pueblo argentino. 

Sin embargo, no solo eran sus fantasmas contra los que tenía que pelear. Eran también los 28 años sin título para la albiceleste. Ese último trofeo que fue ganado en 1993 de la mano de Diego Armando Maradona, con quien tanto lo comparan y que, curiosamente, el mundo del fútbol vio por primera vez una Copa América sin el “Pelusa” en el plano terrenal.   

Derrotado en una final de Copa del Mundo en el 2014 y tres finales perdidas de Copa América eran las que cargaba la “Pulga” en su espalda. Dos contra Chile y otra más frente a Brasil y en esta ocasión los cariocas eran de nuevo los rivales a vencer. ¿El adversario? El idoneo. ¿El escenario? Maracaná, una catedral del fútbol. 

Pero incluso todas esas piedras en el camino no eran suficientes, pues en medio de ello se cruzó una pandemia que agregó otros 365 días más en el camino rumbo a su destino. Así de caprichosa es la historia, esa misma en la que, con letras de oro, estará escrito el nombre de Lionel Andrés Messi Cuccitini.