Roger se vuelve más grande en Wimbledon

A escasos días de cumplir 36 años de edad, Roger Federer conquistó su octava corona de Wimbledon, tras vencer en sets corridos a Marin Cilic, con parciales de 6-3, 6-1 y 6-4 en una hora con 43 minutos de juego.

Cinco roturas de servicio fue una de las principales razones que provocó la caída del croata, quien a lo largo del cotejo se vio agobiado por la gran devolución del “reloj suizo”. También los 23 errores no forzados de Cilic fueron letales para sí mismo en la primera final de Grand Slam que pierde, después de que se coronara en Estados Unidos en el 2014, en el único cetro de este tipo que presume.

Marin sufrió una molestia en el pie izquierdo que lo aquejó durante gran parte del encuentro, llevándolo hasta las lágrimas, en lesión que provocó la asistencia médica en el segundo parcial.

Por otra parte, “su majestad” continúa comprobando por qué es el más grande en el deporte blanco, debido a que con la victoria de este domingo alcanzó los 19 Grand Slam ganados en su carrera, incrementado así el propio record que ya le pertenecía.

Su primera corona en la hierba británica la consiguió en 2003, y la última la había obtenido en 2014, cuando despachó a Andy Murray en el partido decisivo.

A partir de esta semana, Roger regresará a la tercera posición del ranking de la ATP.