La historia del jugador de la MLB que se disparó en la cabeza y se recuperó para volver al béisbol.
Drew Robinson, beisbolista profesional, que atentó contra su vida y logró salir con bien para regresar al deporte y contar su historia.
Andrew Robinson, el exbeisbolista que se disparó en la cabeza y volvió a jugar / Ezra Shaw
Durante el confinamiento por la pandemia hemos escuchando muchas historias de superación y crecimiento; sin embargo, estás no son las únicas que han existido, ya que de igual forma hemos Sido testigos de como muchas personas la pasaron mal durante este tiempo, algunos hasta sufriendo en extremo.
Este es el caso de Drew Robinson, al comienzo de la pandemia las cosas no pintaron nada bien para el exjardinero que había tenido un paso por las grandes ligas de la MLB, pero no como hubiera esperado. Su aventura comenzó con los Rangers de Texas con los que hizo su debut profesional un 5 de abril, contra los Indios de Cleveland.
Posteriormente en 2018 sería transferido a los Cardenales de San Luis en un cambio por Patrick Wisdom. Ahí no tuvo un paso espectacular y un año después fue liberado para recaer en las ligas menores con los Gigantes de San Francisco con los que paso un año sin jugar debido a la pandemia.
Gracias a eso y al largo confinamiento cayó en una sería depresión, pues no había logrado triunfar en las grandes ligas por lo que se encontraba ahogado en problemas sin encontrar solución.
Lo anterior obligó al jugador a buscar una salida fácil, encontrándola en el suicidio. El 16 de abril del 2020, Robinson tomó la decisión de dispararse en la cabeza y terminar con su sufrimiento en su casa de las Vegas. Afortunadamente dicha acción no pudo terminar con su vida, pues luego de la detonación el exbeisbolista duro 20 horas con la bala alojada en su ser hasta que llamó al 911.
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Inmediatamente los servicios de emergencias se dieron cita en el lugar y lograron salvar su vida actuando de forma eficaz, teniendo como única perdida su ojo derecho. Después de dicho suceso Drew, consiguió mejorar anímicamente dejando atrás la depresión y recuperando esas ganas de seguir con vida.
Incluso regresando al béisbol, Robinson luego del brutal suceso firmó un contrato de las ligas menores nuevamente con los Gigantes incluso logrando tres jonrones para su equipo antes de su retiro definitivo; sin embargo, este no fue el final de su historia con el béisbol, pues luego de finalizar su carrera se convirtió en defensor de la salud mental con los Gigantes.
“Durante el último año he promovido el amor propio y el cuidado personal, los Gigantes me ofrecieron la oportunidad de hacer la transición a un papel como defensor de la salud mental”, escribió Robinson en un comunicado