• 28 OCT 2025, Actualizado 12:08

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Dani Alves, de leyenda del fútbol a predicador religioso

Detrás de la apariencia de redención mediática, subsisten interrogantes que no pueden obviarse.

Dani Alves predicador

El brasileño Dani Alves, cuya trayectoria como lateral derecho incluye etapas brillantes en el FC Barcelona, el Paris Saint-Germain y la selección de Brasil, ha protagonizado una transformación personal que llama la atención tanto de los medios deportivos como de los observadores del fenómeno religioso. Tras enfrentar una condena por agresión sexual que fue anulada en apelación, Alvers aparece hoy en manifestaciones públicas donde adopta un rol cercano al de predicador evangélico, lo que le sitúa en un cruce de caminos entre redención personal, visibilidad mediática y los fantasmas de su pasado judicial.

La historia de este cambio se remonta al 2022, cuando el exfutbolista fue denunciado por unos hechos que habrían ocurrido en Barcelona en diciembre de ese año; un tribunal de Cataluña lo condenó en una primera instancia, provocando un paréntesis en su carrera y un impacto reputacional que parecía difícil de sortear. Sin embargo, el 28 de marzo de 2025 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló dicha condena al estimar que la prueba era contradictoria y el fallo, “no fiable”, devolviéndole de facto la presunción de inocencia y abriendo un nuevo capítulo en su vida pública.

The Tsjc Absolves Dani Alves Of The Crime Of Sexual Assault For Which He Was Convicted / Europa Press News

Tras su liberación de prisión, donde pasó alrededor de 14 meses, Alves ha hecho apariciones en cenas filantrópicas, reuniones religiosas y eventos de culto en Girona, donde declara haber “hecho un pacto con Dios” y se presenta como alguien cuya vida, profesando fe, se ha vuelto un testimonio de transformación. Los videos se han viralizado, generando atención tanto de medios generalistas como de plataformas de contenido, mientras expertos en comunicación señalan que la conversación pública de una figura de esta magnitud supone una maniobra estratégica para redefinir su imagen y recuperar legitimidad.

Pero no todo está claro para el público ni para los analistas. Detrás de la apariencia de redención mediática, subsisten interrogantes que no pueden obviarse. La gravedad de la acusación previa, el peso simbólico de los títulos que acumuló durante su carrera futbolística, que lo colocaron entre los más laureados del deporte mundial, y el giro hacia un papel de liderazgo espiritual plantean preguntas sobre el impacto real de esta metamorfosis, sobre la responsabilidad de las figuras públicas que transitan de los focos del deporte a los púlpitos de la fe, y sobre cómo se articula socialmente el perdón y la rendición de cuentas en el contexto contemporáneo.